jueves, 19 de marzo de 2015

Ficha: Babelia



        Babelia es el suplemento cultural de El País. Se publica todos los sábados desde 1991; el próximo número será el 1217. Su extensión es de veinte páginas, del mismo tamaño y papel que el resto del periódico, pero distribuido tipográficamente de modo diferente. El periódico desarolla las siguientes secciones:

                ·Portada (p.1) - Ilustración a color que ocupa toda la página e introduce el tema cultural que Babelia considera el más importante de la semana. Recientemente: la última novela de Pérez Reverte, el libro Una herencia incómoda del periodista científico Nicholas Wade, cómo algunos grandes autores revisan sus obras una y otra vez, la emergencia del arte contemporáneo colombiano...

                ·En portada (pp. 2-3) - Entrevista/Reportaje que resulta del tema planteado en portada. Normalmente ocupa dos páginas, aunque puede llenar hasta cuatro si colaboran muchos redactores. Incluye una crítica sobre el mismo tema de un invitado especial; entre los recientes han estado Darío Villanueva, Javier Sampedro y Soledad Puértolas, entre otros.

                ·Ida y vuelta (p. 4) - Sección del reciente premio Príncipe de Asturias Antonio Muñoz Molina, que además de ser un gran novelista es un gran articulista, y el colaborador estrella de Babelia. Escribe artículos sobre pintura, literatura, música, viajes... En cierta medida también es un poco corresponsal, porque vive la mitad del tiempo en Nueva York, lo que le permite estar al tanto de lo que pasa al otro lado del océano. Recientemente ha escrito sobre Kim Jong-il, la destrucción de las esculturas asirias por parte de los yihadistas, la prisión de Guantánamo...

                ·Opinión (p. 5) - Dos personas notables escriben sobre un tema con opiniones contrapuestas. Comparten página el humor de Max y la Carta a Babelia.

                ·El libro de la semana (p. 6) - Un redactor destacado reseña un libro que Babelia considera interesante de entre los publicados esa semana. Recientemente: La ley de la ferocidad de Pablo Ramos (Malpaso) o Hombres sin mujeres de Murakami (Tusquets).

                ·Crítica textual variada (pp. 6-9) - Destaca la sección "Lecturas de escritor" (p. 9).

                ·Entrevista central (pp. 10-11) - Amplia entrevista a un escritor o escritora internacional destacado; introducida por un perfil relativamente extenso, y acompañada por una gran fotografía a color. Recientemente: el sueco Per Olov Enquist, el francés J.M.G. Le Clézio o las estadounidenses Lydia Davis y Siri Hustvedt.               

                ·Sillón de orejas (p. 12) - Sección del destacado escritor, profesor, crítico y ensayista Manuel Rodríguez Rivero; donde comparte sus recomendaciones, críticas y pareceres sobre cine y literatura. Comparte página con él Ivan Thays con sus Avisos para navegantes, donde glosa los últimos rumores del mundo literario.

                ·Crítica de arte (pp. 13-16) - Crónicas y críticas de las últimas exposiciones, y entrevistas a artistas plásticos de diversa índole.

                ·Música (p. 17) - Entrevistas a músicos destacados por alguna razón y reseñas sobre libros que tengan alguna relación con la música, como Respect Yourself: Stax Records and the Soul Explosion, breve historia del mítico sello de soul.

                ·Puro teatro (p.18) - Reseña sobre alguna obra reciente destacada, escrita por el escritor, profesor y crítico teatral Marcos Ordóñez.

                ·El rincón (p. 19) - Lugar reservado para la entrevista (también introducida por una reseña) a un personaje destacado del mundo del espectáculo, de la literatura o del cine. Recientes: Joshua Feldman, Amelia Ochandiano, Isabel Coixet o Gisela Joao, entre otros.

                                            [La página 20 está ocupada por publicidad]

El Ultraísmo y la revista ULTRA

        Literatura no significa obligatoriamente libro, y más en el caso de la poesía, donde casi siempre que se edita un libro suele ser una recopilación, una antología o una selección. Los libros fueron históricamente objetos caros y escasos; exclusivos para los VIPs del momento. La poesía, sin embargo, no; como la música, es una actividad inherente al ser humano, único animal que necesita evasión y contemplación de sus propios sentimientos. La lírica, por sus características -autonomía, musicalidad, brevedad-, es el género que más se ha separado siempre del formato de libro. Precisamente se llama lírica porque en la antigüedad clásica no se escribía, sino que se cantaba, al tañido de la lira. Cantados también se transmitieron los romances de generación en generación, sin pasar al plano de la escritura en muchas ocasiones. En los Siglos de Oro, el mismísimo Góngora no llegó a publicar en vida; sus versos, como los de la mayoría, se difundieron manuscritos.

Tertulias en un café de la primera mitad del siglo XIX
        Con el Romanticismo llega un modo de difusión mucho más eficiente (tanto que sigue  plenamente vigente): las revistas literarias. Son publicaciones de poca tirada, vinculadas a las nuevas escuelas que surgen en las tertulias de los cafés. En ellas, los jóvenes autores se enfrentan a las corrientes predominantes del momento. Si unas líneas antes mencioné a Góngora, ahora cabe nombrar a Espronceda, que no publica un libro hasta poco antes de morir, en 1840.

Portada del primer número de Índice
        La época dorada de las revistas de poesía en España llega en el primer tercio del siglo XX. Los jóvenes del momento se rebelan a través de su poesía contra la crisis de valores en que está sumido Occidente tras la Gran Guerra, y contra los clichés modernistas. Juan Ramón Jiménez crea Índice en 1921, con el objetivo de difundir a los noveles que le rodean. En ella colaborarán autores de la talla de Azorín u Ortega y Gasset, cobijando a unos jóvenes que hoy nos suenan familiares: Guillén, Lorca, Salinas... Desgraciadamente, la revista sólo dura seis números: por problemas crematísticos o conflictos internos, quién sabe.

Portada de la revista Ultra
        En una línea mucho más agresiva, surge en Madrid la revista Ultra en 1921. Liderada por Rafael Cansinos Assens desde su tertulia en El Colonial, en torno a ella se desarrolla lo que probablemente sea nuestro más interesante movimiento de vanguardia pura: el Ultraísmo. Destacan nombres como Jorge Luis Borges o Guillermo de Torre, que perseguirán una poesía intelectual, sin emociones ni convenciones culturales que la moldeen, para "traducir la emoción desnuda". Sus ideas son buenas (y están brillantemente recogidas en "Anatomía de mi Ultra", manifiesto borgiano) pero los ultraístas no serán capaces de explotarlas más que torpemente, y acaban evolucionando hacia otros movimientos (el propio Borges se hará grande escribiendo contra sus pretensiones de juventud). Lo que sí hizo Ultra fue higienizar una escena ya muy manida por cisnes, princesas y dodecasílabos.
Portada original de Hélices (Norah Borges)
        Uno de los pocos libros ultraístas publicados fue Hélices, de Guillermo de Torre (ilustrado por su mujer, Norah Borges), conjunto inconexo de caligramas y metáforas insólitas que usan la tipografía expresiva. Pese a ser una obra tan original como suena, nadie es el Adán literario (como sentenció Rubén Darío), y el libro (como en general, el Ultraísmo) le debe mucho a Gómez de la Serna. Y es que los poemas ultraístas, en muchas ocasiones, son una especie de conjuntos de greguerías sobre un tema, organizados de un modo picto-caligráfico.
La revista Caballo Verde para la Poesía
       Tras el auge de las vanguardias puras, una vanguardia "impura" y de síntesis llega a España de la mano de Pablo Neruda (que ya ha publicado Veinte poemas de amor y una canción desesperada). Se trata del Surrealismo, corriente que nace en Francia apoyada en las teorías freudianas, y que llega a España en los años veinte e influye en la obra de autores como Lorca, Alberti, Aleixandre... Neruda funda Caballo Verde para la Poesía. En el primer número aparece un manifiiesto titulado "Por una poesía sin pureza" que, aunque en realidad es una reacción al arte deshumanizado de Ortega, Juan Ramón Jiménez se toma como una ofensa, lo que significa su separación final del grupo de autores que habían crecido con él y que poco tiempo después se encontrarán en el Ateneo de Sevilla.

Federico García Lorca y Pablo Neruda
        Si hablamos de los siglos XVI y XVII como Edad de Oro de nuestra literatura, deberíamos hacer lo propio con el primer tercio del siglo XX y llamarlo Edad de Plata. La producción literaria que nos ha llegado a través de las revistas del momento no hace sino reafirmarlo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

ANÁFORA

Portada del tercer número de la revista Anáfora
        La joven revista literaria Anáfora es uno de esos (desgraciadamente pocos) refugios que le quedan al papel y a los libros. "Creación y crítica" reza su portada, y es que esta revista, que surge al calor de la tertulia Oliver, se propone como plataforma para que poetas y narradores jóvenes publiquen y se desarrollen, amparados, en las mismas páginas, por voces ya reconocidas en el panorama nacional: Juan Bonilla, Antonio Rivero Taravillo, Javier García Rodríguez (en el cuarto número)... La revista es editada por Impronta y diseñada por Marina Lobo.

        Anáfora recuerda, en cierta medida, a las revistas literarias de poca tirada de la España del primer tercio del siglo pasado, donde jóvenes poetas se esforzaban, fracasaban y se renovaban (también acompañados por sus maestros). Algunos triunfarían y hoy son recordados: Lorca, Cernuda, Alberti... Otros, no. Las diferentes secciones de Anáfora (poesía, traducción, prosa, entrevistas y lecturas) representan ese terreno de la apuesta creativa: desde traducción de poesía contemporánea china hasta poemas del loco Patarrealismo Salvaje de Xaime Martínez, Miguel Floriano y Diego Álvarez (entre otros).
La presentación. Fuente: La Nueva España

           El pasado viernes 27 de febrero, el Club de Prensa de La Nueva España acogió la presentación del tercer número de la publicación ovetense. La llevaron a cabo sus jóvenes coordinadores (Cristian David López y Pablo Núñez) acompañados por tres de sus (también jóvenes) colaboradores habituales: Candela de las Heras, Miguel Floriano y Carlos Iglesias Díez. La noche, ya fría, convirtió el local en una especie de guarida en la que uno se podía relajar al calor de la poesía.

Candela de las Heras
           Tras una introducción del coordinador Cristian David López, comenzó la sesión Candela de las Heras, joven poeta alicantina que cursa Lengua Española y sus Literaturas en la Universidad de Oviedo.  Reconoció su admiración por los versos de Víctor Botas y su afición por la música, y recitó su poema "Little girl blue", en homenaje a Janis Joplin. "Los versos permiten conocer a un poeta sin conocerle, sin haberle visto nunca", declaró De las Heras, que de niña descubrió la poesía leyendo los poemas de su abuelo al que no conoció, pero tiene muy presente.

Miguel Floriano
         El segundo fue Miguel Floriano, un excéntrico joven que ya ha publicado dos libros y que también estudia Lengua Española y sus Literaturas en Oviedo. Entre contradicciones como considerarse a sí mismo escritor tardío y declarar que comenzó a escribir en primaria, con los deberes de literatura que hacía a cuatro manos con su abuelo, avanzó la intervención de este curioso poeta novel. Tras confesar algunas de sus influencias (Gil de Biedma y Ramón Ripoll entre las más acusadas) y pretensiones poéticas: "yo persigo la significación soterrada bajo una sintaxis rítmica", recitó su poema publicado en la revista, "El pasado se mueve", en honor a Pink Floyd. Antes de finalizar, se enmarcó a sí mismo dentro de su propio movimiento poético vanguardista: el "Patarrealismo" Salvaje.

Carlos Iglesias Díez

            El tercer y último colaborador que intervino fue Carlos Iglesias Díez, gijonés licenciado en Filología Hispánica, autor de El niño de arena (2013). Encargado para este número de Anáfora de la sección de entrevistas, el colaborador habitual de la revista Clarín entrevistó a su amigo Xaime Martínez, poeta recientemente laureado con el XVII Premio de Poesía Joven "Antonio Carvajal" por su libro Fuego Cruzado, obra que Iglesias considera "una inmensa jam session donde unen sus fuerzas Muddy Waters, Bob Dylan, Leonard Cohen, Eric Clapton y, por parte asturiana, Nacho Vegas". Además, Iglesias también habló de los autores que han influenciado su poesía ("Para mí Leonard Cohen es DIOS"), de su pasión por la lírica oriental y de sus intereses como creador, entre los que destacó la creación de atmósferas, y definió la suya como una "poesia experiencial con poso narrativo, ensayístico".

              La velada terminó con un turno de preguntas en el que los coordinadores adelantaron parte del contenido del siguiente número de Anáfora y contestaron algunas dudas relativas a la sección de traducción. Después, los lectores nos fuimos tranquilamente a casa con cuerpo de viernes por la noche y con la agradable sensación de haber presenciado literatura viva: espontánea y joven.

                Para los lectores a los que les interese, algunos de estos poetas recitarán parte de su obra el lunes 16 de Marzo a las 18:00 en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo con motivo de la clausura del Aula de Poesía 2014/2015 (Dirigida por Javier García Rodríguez).