viernes, 30 de enero de 2015

El periódico como antesala del libro

        La palabra periodismo viene de periodicidad. Un impreso periódico es aquel que se publica  cada determinado intervalo de tiempo. Los periódicos, además de aparecer regularmente, tienen una característica singular: son una especie de obra única y coherente, que se va distribuyendo en partes. Estos impresos reciben un nombre u otro dependiendo de la frecuencia con que sean publicados: diario, semanario o semanal, mensual, anual...

        A los impresos periódicos se les oponen los impresos unitarios: aquellos que se publican una sola vez (aunque se puedan reeditar posteriormente). Estos textos suelen tener autoría individual. Los periódicos, en cambio, son (salvo rarezas) obras colectivas.

        Intuitivamente, quizá cabría pensar que el referente textual de los periódicos está constituido simplemente por hechos actuales (sucesos), pero cuando se profundiza, se puede observar que su contenido es mucho más rico y variado que eso. La literatura siempre ha formado parte de los periódicos desde su origen en torno al siglo XVII (aunque sobre manera en los siglos XIX y XX).

        Dan buena cuenta de esto las novelas por entregas, género muy popular desde el XIX (siglo en el que nace el periodismo tal y como lo entendemos hoy, vinculado a la Revolución Industrial). Originalmente, las novelas populares no se publicaban en un tomo directamente, sino por fascículos. Algunos narradores decimonónicos que publicaron obras folletinescas son: Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo) o Pío Baroja (La busca).

        Hay otro género narrativo, sin embargo, mucho más ligado a las publicaciones periódicas: el relato breve (de origen moralizante). En otro tiempo, el relato breve era tan parte del periódico como las esquelas o los artículos de opinión. Su época álgida en la prensa española viene de la mano de los grandes narradores del último tercio del s. XIX ("Clarín", Alarcón, Pardo Bazán...). Para contextualizar esto, se ha de tener en cuenta que la mentalidad del pueblo español del momento está condicionada por tres hitos históricos: la revolución contra los franceses de 1808, la "Gloriosa" de septiembre de 1868 y la caída de las últimas provincias en ultramar en 1898. Los españoles, necesitados de evasión ficcional, buscan refugio en los cuentos del periódico.

        Por último, cabe mencionar como género nacido en los periódicos el ensayo. Aunque hay grandes ejemplos de ensayo en nuestro país en el siglo XIX (como los Paliques de "Clarín"), destaca el ensayismo español del primer tercio del siglo XX, que se deja ver en prensa en su máximo exponente: Ortega y Gasset (acercando la universidad al pueblo con sus folletones en El Sol), Unamuno (con su pensamiento paradójico contra todo), "Azorín"...